La fase final: absorción y eliminación
El quimo llega al duodeno (la primera parte del intestino delgado), donde ocurre la magia más importante. Aquí se mezcla con la bilis del hígado, el jugo pancreático y el jugo intestinal para descomponer completamente las grasas y otros nutrientes, formando el quilo.
En el resto del intestino delgado (yeyuno e íleon), las microvellosidades intestinales actúan como millones de pequeñas manos que absorben todos los nutrientes hacia tu sangre. Es aquí donde tu cuerpo finalmente obtiene la energía y materiales que necesita.
Los desechos pasan al intestino grueso, donde el agua y las sales se absorben en el colon. Las bacterias beneficiosas que viven aquí ayudan a formar las heces y te proporcionan vitaminas extra. Finalmente, todo se acumula en el recto hasta ser eliminado por el ano.
💡 Increíble pero cierto: Tu intestino delgado mide unos 7 metros de largo, pero está perfectamente enrollado dentro de tu abdomen.