Revolución científica: Galileo y Cardano
Galileo Galilei es el perfecto ejemplo de cómo la curiosidad puede cambiar el mundo. Sus padres querían que fuera médico, pero él abandonó la universidad a los 21 años para seguir su verdadera pasión: la física. ¡Qué valentía! A los 25 ya era profesor de matemáticas en Pisa.
El momento que cambió su vida llegó en 1609 cuando mejoró el telescopio holandés. Con este instrumento revolucionario comenzó a observar los astros y encontró pruebas de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Sabía que esto le traería problemas con la Inquisición, pero publicó sus descubrimientos de todas formas.
Gerolamo Cardano tenía un currículum impresionante: médico de papas y nobles, matemático brillante y escritor polémico. Su vida estuvo llena de drama, incluyendo un juicio por herejía y varios meses en prisión. Pero su legado matemático es innegable.
En 1545 publicó Ars magna, donde reveló las soluciones a las ecuaciones de tercer y cuarto grado. Esto causó una polémica enorme con Tartaglia, quien le había confiado parte del método bajo juramento de secreto.
¡Importante para el examen! Cardano no robó realmente las ideas de Tartaglia; simplemente consideró que su juramento había expirado al obtener la información de otras fuentes.