El modernismo y generación del 98 representan dos movimientos literarios fundamentales que marcaron un antes y después en la literatura española de finales del siglo XIX y principios del XX.
Los autores del modernismo como Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez se caracterizaron por buscar la belleza a través del lenguaje, utilizando recursos estilísticos refinados y temas exóticos. El modernismo se distinguió por su estética preciosista, el uso de símbolos y metáforas elaboradas, y una musicalidad particular en el verso. Entre las principales características encontramos el cosmopolitismo, el escapismo hacia mundos idealizados, y la renovación del lenguaje poético tradicional.
Por otro lado, los Autores de la Generación del 98 como Miguel de Unamuno, Azorín, y Pío Baroja se enfocaron en la reflexión sobre la situación de España tras la pérdida de las últimas colonias. Sus obras se caracterizan por un estilo más sobrio y una preocupación por temas existenciales y sociales. El paisaje castellano, la identidad nacional y la renovación espiritual de España fueron temas recurrentes. Esta generación desarrolló tanto novela como ensayo, destacando obras como "Niebla" de Unamuno o "El árbol de la ciencia" de Baroja. El teatro político y el teatro poético del siglo 20 también fueron géneros importantes, con autores como Valle-Inclán revolucionando la escena teatral española con su esperpento. La influencia de ambos movimientos fue decisiva para el desarrollo posterior de la literatura española, estableciendo las bases para las vanguardias y la literatura contemporánea. Los exámenes de selectividad y evau frecuentemente incluyen preguntas sobre estos movimientos, siendo fundamental comprender sus características distintivas y principales representantes.