La tortura y reeducación: El Ministerio del Amor
En el Ministerio del Amor, Winston descubre que O'Brien es en realidad su torturador. A través de electroshocks, palizas y hambre, O'Brien destroza sistemáticamente la resistencia de Winston, obligándolo a aceptar la lógica del Partido.
El proceso de reeducación es demoledor: Winston se convierte en "un saco de huesos" irreconocible. Aunque acepta aparentemente la doctrina del Partido, se aferra a su último vestigio de humanidad: su amor por Julia.
El golpe final llega en la Habitación 101, donde cada persona enfrenta su peor miedo. Para Winston son las ratas. Cuando O'Brien coloca una jaula con ratas carnívoras cerca de su cara, el terror lo vence completamente y grita: "¡Házselo a Julia!".
Tras esta traición definitiva, Winston es liberado como una cáscara vacía. Cuando se reencuentra casualmente con Julia, ya no sienten amor: ambos se traicionaron mutuamente. La novela termina con Winston mirando un póster del Gran Hermano y dándose cuenta de que finalmente lo ama.
💡 Mensaje clave: La obra muestra cómo el poder totalitario puede destruir incluso los sentimientos más profundos del ser humano.