El Texto Argumentativo: Tu Herramienta para Convencer
¿Alguna vez has intentado convencer a tus padres de algo importante? Eso es exactamente lo que hace un texto argumentativo: defiende una tesis (tu opinión principal) usando argumentos sólidos para persuadir al lector.
La estructura básica incluye cuatro elementos clave: el tema (de qué hablas), la tesis (tu opinión principal), los argumentos (tus razones) y los contraargumentos (razones que rebaten otras opiniones). Todo texto argumentativo sigue el esquema clásico de introducción, cuerpo y conclusión.
Dependiendo de dónde coloques tu tesis, puedes crear diferentes efectos. La estructura analizante pone la tesis al principio (directo al grano), mientras que la sintetizante la guarda para el final (efecto sorpresa). También existe la estructura encuadrada que la repite al inicio y al final para mayor impacto.
Las características principales incluyen un tono subjetivo, el uso de la primera persona, abundantes adjetivos valorativos y funciones del lenguaje apelativa y expresiva. Los tipos de argumentos van desde datos y hechos hasta argumentos de autoridad, experiencia personal, tradición, éticos, de ejemplificación, analógicos y lógicos.
Consejo clave: Un buen texto argumentativo combina varios tipos de argumentos para ser más convincente. No te limites a uno solo.