La Revolución Narrativa del 98
¿Te imaginas escribir una novela y llamarla "nívola"? Eso hizo Unamuno, y no era una broma. El grupo del 98 rompe completamente con la narrativa realista anterior, centrándose en la crisis existencial de sus protagonistas en lugar de contar aventuras épicas.
Miguel de Unamuno es el genio rebelde que inventa las "nívolas" - novelas sin argumento previo donde los personajes hablan constantemente sobre el sentido de la vida. En obras como Niebla y San Manuel Bueno, mártir, explora temas profundos como la inmortalidad y la fe con una desnudez narrativa brutal.
Pío Baroja tiene una filosofía genial: la novela es "un saco donde cabe todo". Sus trilogías como La lucha por la vida nos muestran personajes que aprenden a vivir a través de la experiencia, no de los libros. Su estilo es directo, sin adornos - perfecto para contar la vida real.
💡 Clave para el examen: Recuerda que el 98 no rechaza el modernismo, sino que forma parte de él. La diferencia está en los temas: España y la existencia humana.
Azorín revoluciona la narrativa con su estilo impresionista: frases cortas, presente constante, y descripciones fragmentadas que parecen fotografías literarias. Mientras que Valle-Inclán evoluciona desde las elegantes Sonatas hasta crear el esperpento, una técnica genial que deforma la realidad para criticarla mejor.