Rubén Darío y Antonio Machado: Los grandes maestros
Rubén Darío fue el gran difusor del Modernismo cuando llegó a España en 1892. Su evolución poética es fascinante: empezó con Rimas y Abrojos (influencia romántica), consolidó el movimiento con Prosas profanas (poemas extremadamente cuidados pero herméticos), y alcanzó la madurez con Cantos de vida y esperanza (su obra más personal y sobria).
Por su parte, Antonio Machado representa lo mejor de ambos mundos. Educado en la Institución Libre de Enseñanza, tuvo que exiliarse durante la Guerra Civil y murió en Francia junto a su madre. Su poesía gira en torno a cuatro constantes: la infancia (el niño capta mejor el mensaje de las cosas), el tiempo (la poesía detiene el tiempo siendo ella misma tiempo), los símbolos (fuente, camino, atardecer) y la filosofía.
Su obra poética evoluciona desde Soledades (modernista pero con intimismo y sencillez), pasando por Campos de Castilla (paisaje castellano y crítica social, muy del 98), hasta Nuevas canciones y sus últimos poemarios, donde destaca "El crimen fue en Granada" en memoria de García Lorca.
💡 Recuerda: Machado es el puente perfecto entre Modernismo y Generación del 98, combinando renovación estética con compromiso social.