Federico García Lorca: El genio trágico
Lorca es la estrella del 27, y su vida parece una novela. De niño enfermo que organizaba teatros en casa a genio reconocido mundialmente en solo 38 años. En la Residencia de Estudiantes era el alma de la fiesta: tocaba piano, cantaba, escribía y hacía reír a todos.
Su gran crisis llegó cuando se fue a Nueva York. La ciudad lo impactó tanto que cambió su poesía para siempre. Luego estuvo en Cuba, donde se sintió libre por primera vez (menos estigma hacia la homosexualidad y reconocimiento total de su obra).
Su poesía tiene dos etapas clave: la primera, vanguardista con "Romancero gitano", donde defiende a las minorías y denuncia desigualdades sociales. La segunda, más surrealista, tras ver las contradicciones de Estados Unidos: grandeza y apertura mental versus guetos raciales.
Su gran descubrimiento: las grandes ciudades deshumanizan a las personas. Por eso usó el surrealismo para volver a una poesía más humana.
La guerra civil le costó la vida. Los sublevados fueron a por él por tres razones: sus denuncias sociales, sus ideas políticas y su orientación sexual. Le dieron "el paseíto" y lo mataron, convirtiéndolo en símbolo de la represión franquista.
Dato trágico: Lorca sabía que iban a ir a por él, pero no pudo escapar a tiempo. Su muerte simboliza la pérdida cultural que supuso la guerra civil española.