Estructura del comentario de texto
El comentario de texto comienza con la identificación del emisor, el medio de publicación y el tipo de público al que va dirigido, estableciendo el propósito comunicativo (informar, persuadir, entretener). Es fundamental reconocer la adecuación del texto, observando si el vocabulario (variado, preciso, culto) se adapta correctamente a la situación comunicativa.
Al analizar el lenguaje debemos clasificarlo como culto (tecnicismos, cultismos, léxico amplio), formal (uso de eufemismos), estándar (nivel intermedio) o vulgar (errores ortográficos, vocabulario limitado). El registro puede ser formal (tono culto, objetivo, profesional) o informal (uso de diminutivos, lenguaje cotidiano, conexión emocional).
Los elementos de comunicación se identifican a través de las funciones del lenguaje: emotiva (subjetividad, 1ª persona), apelativa (persuasión, imperativas), poética (embellecimiento), metalingüística (reflexión sobre el lenguaje), fática (mantener la comunicación) o referencial (información objetiva, 3ª persona). La presencia del autor se manifiesta mediante un grado de objetividad (lenguaje denotativo, 3ª persona) o subjetividad (pronombres personales, verbos de opinión).
💡 Para identificar las funciones del lenguaje, presta atención a los tiempos verbales, pronombres y tipos de oraciones: las exclamativas suelen indicar función emotiva, mientras que las interrogativas pueden ser apelativas.
La coherencia se evalúa observando la unidad temática mediante repeticiones, sinónimos, antónimos y campos léxicos. La estructura puede ser argumentativa (introducción, cuerpo, conclusión), expositiva (deductiva o inductiva), narrativa (planteamiento, nudo, desenlace), descriptiva o periodística (titular, entradilla, cuerpo).