Barcelona como escenario y el simbolismo de las luciérnagas
Barcelona es otra gran protagonista de la novela. Es el escenario de la niñez de la autora, que como Sol la vio asolada por bombardeos y violencia. Los espacios se corresponden con distintos estados vitales.
Hay una separación física y social clara: la parte alta (ricos) donde vive Sol y la parte baja (pobres) donde vive Cristian. Sin embargo, esta separación se rompe y acaban unidos por el hambre. Las Ramblas son donde deambulan todas las condiciones sociales en completo caos.
La buhardilla donde muere Daniel supone para Eduardo el descubrimiento de otra ciudad marcada por la enfermedad, miseria y muerte. Las barracas demuestran la marginalidad de quienes son expulsados de la sociedad.
El término "luciérnagas" aparece al final del capítulo 8 de la segunda parte. Sol se ve como luz. Entre las miserias de los adultos, los niños que no las entienden son breves luciérnagas que brillan en la noche (tragedia), unidos por el sutil hilo de la adolescencia.
Las luciérnagas representan la breve luz que le queda a la humanidad. Pese a que el mundo infantil es destruido, se puede subsistir gracias a la camaradería, la amistad y el amor.
💡 Símbolo clave: Las luciérnagas son un canto a la amistad y el amor como ideales de la adolescencia que resisten en la oscuridad.