Las Cinco Declinaciones Latinas
¿Te has preguntado por qué el latín parece tan complicado? La respuesta está en las declinaciones: cada sustantivo cambia su terminación dependiendo de si es sujeto, complemento directo, etc.
La primera declinación es la más sencilla y siempre acaba en -a en nominativo singular (como rosa, puella). Sus terminaciones son muy regulares: -a/-ae en nominativo, -am/-as en acusativo, y así sucesivamente.
La segunda declinación tiene dos tipos: masculinos/femeninos que acaban en -us o -er (dominus, puer) y neutros en -um (templum). Los neutros tienen una regla de oro: nominativo, vocativo y acusativo siempre iguales.
Truco: En los neutros, el plural de nominativo/acusativo siempre acaba en -a, sin excepción.
La tercera declinación es la más irregular porque agrupa sustantivos muy diversos. Aquí lo importante es aprenderse bien el genitivo singular −is para formar el resto de casos. Puede ser imparisílaba, parisílaba o mixta según el número de sílabas.
Las cuarta y quinta declinaciones son menos frecuentes. La cuarta usa -us masculino/femenino o -u (neutro), mientras que la quinta siempre acaba en -es y es casi exclusivamente femenina (res, dies).