Guerra de Independencia y Constitución de 1812

El reinado de Carlos IV a partir de 1788 enfrentó dos grandes desafíos que cambiarían el rumbo de España. Por un lado, el rey era incapaz de resolver los problemas del país, así que dejó todo el poder en manos de su secretario de estado Manuel Godoy.

Por otro lado, el estallido de la Revolución Francesa creó una situación de inestabilidad en toda Europa. Esta combinación de debilidad interna y caos europeo preparó el terreno para los dramáticos eventos que estaban por venir.

💡 Dato curioso: Manuel Godoy llegó al poder siendo muy joven y sin experiencia política, lo que demuestra lo poco preparada que estaba España para enfrentar los retos de la época.

La política exterior controlada por Francia

España perdió su independencia en política exterior y quedó completamente subordinada a los intereses franceses. Todo comenzó con la Paz de Basilea en 1795, que puso fin a la guerra entre Francia y España.

El Tratado de San Ildefonso de 1796 selló definitivamente la alianza entre ambos países, estableciendo una política común contra Gran Bretaña. Esto significaba que España tenía que seguir las decisiones militares y diplomáticas de Francia, perdiendo su autonomía.

Durante el período del Directorio francés (1795-1799), España se convirtió prácticamente en un satélite de Francia. El mapa de Europa mostraba claramente el dominio napoleónico, con el bloqueo continental como estrategia principal contra Gran Bretaña.

💡 Recuerda: El bloqueo continental era el intento de Napoleón de aislar económicamente a Gran Bretaña prohibiendo el comercio con ella.

De aliados a invadidos

La situación se agravó cuando Napoleón se proclamó emperador en 1804 y intensificó su política expansionista. En 1806 decretó el bloqueo continental, obligando a todos sus aliados, incluida España, a cerrar sus puertos al comercio británico.

El punto de no retorno llegó en 1807 con el Tratado de Fontainebleau, firmado por Godoy. Este acuerdo permitía el paso de tropas francesas por territorio español supuestamente para atacar Portugal.

Sin embargo, en 1808 estas tropas francesas invadieron España directamente. Lo que parecía ser una alianza se convirtió en una ocupación militar, demostrando que Napoleón había engañado completamente al gobierno español.

💡 Clave para el examen: El Tratado de Fontainebleau fue la trampa que Napoleón usó para meter sus tropas en España sin resistencia.

El Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona

La crisis interna española estalló con el Motín de Aranjuez los días 18 y 19 de marzo de 1808. La gente estaba harta del gobierno de Godoy y se rebeló contra él, obligándolo a huir y forzando a Carlos IV a abdicar en favor de su hijo Fernando VII.

Napoleón aprovechó este caos familiar para tender otra trampa. Convenció a ambos reyes de que viajaran a Bayona, Francia, supuestamente para resolver sus diferencias. Una vez allí, tanto Carlos IV como Fernando VII abdicaron y cedieron la corona a Napoleón.

El emperador francés inmediatamente entregó la corona española a su hermano José I Bonaparte. A cambio, los antiguos reyes españoles recibieron tierras y privilegios en Francia, abandonando completamente a su pueblo.

💡 Dato impactante: Los reyes españoles literalmente "vendieron" España a cambio de una vida cómoda en el extranjero.

El Estatuto de Bayona: el intento de reforma francesa

José I intentó legitimizar su reinado creando el Estatuto de Bayona, una especie de constitución que concentraba todos los poderes en el rey. Establecía tres órganos consultivos: el Senado, el Consejo de Estado y las Cortes, pero sin poder real.

A pesar de ser impuesto por los franceses, el Estatuto incluía algunas reformas progresistas. Garantizaba derechos como la libertad de imprenta y comercio, planteaba la desamortización del clero (usar los conventos para estudios de cirugía) y proponía la abolición de la Inquisición.

También establecía por primera vez la instrucción pública femenina, algo revolucionario para la época. Sin embargo, estas reformas venían de manos de un invasor extranjero, lo que las hacía inaceptables para la mayoría de los españoles.

💡 Paradoja histórica: Muchas de las reformas que España necesitaba llegaron de la mano de sus invasores, creando un dilema moral y político.

Artículos clave del Estatuto de Bayona

El Estatuto establecía que la religión católica sería la única permitida en España y sus posesiones, manteniendo la tradición religiosa del país. También confirmaba el sistema hereditario de la corona, pero ahora en manos de la familia Bonaparte.

Los artículos 39 y 41 garantizaban libertades individuales importantes, como la protección contra arrestos arbitrarios y la libertad de imprenta una vez establecida por ley. Cualquier persona presa tenía derecho a recurrir a la Junta Senatoria si no era liberada en un mes.

El sistema político incluía Cortes compuestas por 172 miembros divididos en tres estamentos: clero, nobleza y pueblo. Sin embargo, el artículo más revelador era el 124, que establecía una alianza militar perpetua entre Francia y España, mostrando las verdaderas intenciones de Napoleón.

💡 Análisis crítico: El Estatuto mezclaba reformas progresistas con la subordinación total a Francia, lo que explica por qué fue rechazado.

El estallido de la Guerra de Independencia

La Guerra de Independencia (1808-1814) comenzó con la sublevación popular del 2 de mayo de 1808 en Madrid. La ausencia del rey legítimo creó un vacío de poder que llevó a la formación de Juntas locales por toda España.

Los franceses respondieron con una fuerte represión, pero esto solo avivó más la resistencia popular. La guerra se extendió por todo el territorio español, convirtiéndose en el primer gran conflicto de guerrillas de la historia moderna.

Este conflicto no fue solo una guerra de independencia nacional, sino también una oportunidad para que diferentes grupos españoles intentaran imponer sus visiones políticas del futuro del país.

💡 Concepto clave: Esta guerra fue pionera en el uso de tácticas de guerrilla, que luego se extenderían por todo el mundo.

Los dos bandos: afrancesados vs patriotas

La sociedad española se dividió en dos grandes grupos durante la guerra. Los afrancesados veían necesarias las reformas que traían los franceses para modernizar España, especialmente en economía y política.

Este grupo estaba formado principalmente por intelectuales, altos funcionarios y parte de la nobleza que creían que España necesitaba cambios profundos. Sin embargo, fueron perseguidos duramente después de la guerra por ser considerados traidores.

Los patriotas, por el contrario, defendían la expulsión de los invasores franceses, pero se dividían internamente. Los liberales veían una oportunidad para hacer reformas, mientras que los absolutistas querían mantener el Antiguo Régimen y sus privilegios.

💡 Reflexión importante: Esta división ideológica marcará la política española durante todo el siglo XIX, creando conflictos constantes entre progresistas y conservadores.

El Catecismo Civil: la propaganda patriótica

Durante la guerra, la Junta Suprema publicó el Catecismo Civil de España, un documento de propaganda que imitaba el formato religioso para enseñar patriotismo. Definía la identidad española como ser "cristiano católico, obediente al Rey y amante de la patria".

El documento presentaba a Fernando VII como el rey legítimo "acreedor a nuestro respeto por sus virtudes y desgracias", mientras que describía al emperador francés como "el pérfido" con atributos como "la ambición, el despotismo y el engaño".

Esta propaganda popular fue fundamental para mantener la moral de resistencia durante los seis años de guerra. Utilizaba un lenguaje sencillo y familiar para que todos los españoles, independientemente de su nivel educativo, pudieran entender el conflicto.

💡 Técnica histórica: El uso del formato catecismo muestra cómo los patriotas adaptaron métodos religiosos tradicionales para fines políticos modernos.