El origen y evolución de Al-Andalus
Al-Andalus no surgió de la nada, sino que fue el resultado de una conquista muy bien planificada. Primero llegó Tarik y después Muza, que completaron la ocupación de casi toda la península.
Al principio, Al-Andalus era simplemente una provincia más del Califato Omeya de Damasco. Pero cuando los abasíes derrotaron a los omeyas y los masacraron, Abderramán I logró escapar y se refugió en la península, proclamándose emir independiente en el 756. Así nació el Emirato independiente de Córdoba, que duró hasta que Abderramán III se autoproclamó califa en el 929.
El problema llegó con Almanzor y su dictadura. A principios del siglo XI, varias familias nobles se pelearon por el poder, lo que provocó una guerra civil que acabó con el califato en 1031. Al-Andalus se fragmentó en pequeños reinos de taifas que, al estar divididos, facilitaron el avance de los cristianos.
La sociedad andalusí era súper diversa: una minoría árabe y bereber dominaba sobre una mayoría de mozárabes (cristianos), muladíes (convertidos al islam) y judíos. Los muladíes acabaron siendo el grupo más numeroso debido a las conversiones.
💡 Recuerda: Los mozárabes eran los cristianos que vivían bajo dominio musulmán y conservaban su religión.