La romanización: Forjando la base de España
La romanización fue mucho más que una simple conquista militar. Entre el 218 y el 19 a.C., Roma no solo ocupó Hispania, sino que la transformó completamente, creando los cimientos de lo que hoy conocemos como España.
Este proceso consistió en que los pueblos hispanos adoptaran el estilo de vida romano: su lengua (el latín), sus leyes, costumbres, religión y organización económica. No fue igual en todas partes: en el sur y levante fue más fácil porque ya tenían ciudades, pero en el norte fue mucho más difícil.
Los romanos usaron varias estrategias brillantes para conseguirlo. Crearon una red de ciudades con el modelo romano, construyeron calzadas que conectaban todo el territorio, y otorgaron la ciudadanía romana como premio. El ejército también fue clave: los soldados hispanos que servían a Roma luego extendían la cultura romana.
El legado más duradero fue cultural: el latín se convirtió en la base de nuestro idioma, el derecho romano sigue siendo fundamental en nuestras leyes, y el urbanismo romano marcó nuestras ciudades. Incluso dimos emperadores a Roma como Trajano y Adriano.
💡 Para recordar: La romanización no fue solo política, sino cultural. Por eso sus efectos duran hasta hoy en nuestro idioma y leyes.