La Caída del Imperio y el Legado de Napoleón
El final de Napoleón fue tan dramático como su ascenso. Después de la desastrosa campaña de Rusia, una Sexta Coalición formada por Gran Bretaña, Rusia, Prusia, Austria y Suecia se unió para derrotarlo definitivamente. Las tropas napoleónicas, debilitadas por el fracaso ruso y la guerra en España, no pudieron resistir.
El Tratado de Fontainebleau (1814) envió a Napoleón al exilio en la isla de Elba, pero el emperador no se dio por vencido. Su regreso durante los famosos Cien Días terminó abruptamente en la batalla de Waterloo (1815), donde una coalición anglo-prusiana lo derrotó definitivamente.
Esta vez el exilio fue permanente: la remota isla de Santa Elena en el Atlántico Sur, donde murió en 1821. Pero su legado sobrevivió mucho más que él.
🏛️ Legado duradero: Napoleón no solo cambió las fronteras europeas, sino que extendió las ideas de la Revolución Francesa por todo el continente. Sus códigos legales, su concepto de meritocracia y sus reformas administrativas influyeron en el mundo moderno.
La crisis del Antiguo Régimen había terminado, pero las ideas de libertad, igualdad y soberanía nacional que nacieron en esta época seguirían transformando el mundo durante los siguientes siglos.