Las bases del mundo contemporáneo
El Antiguo Régimen europeo anterior a 1789 funcionaba de forma completamente diferente a nuestras sociedades actuales. La división social se basaba en el privilegio hereditario, no en el mérito o la riqueza, y la mayoría de la población vivía de una agricultura poco productiva.
Las revoluciones liberales del siglo XVIII y XIX destruyeron este sistema ancestral, estableciendo constituciones, parlamentos y derechos individuales. Estos cambios políticos coincidieron con la Revolución Industrial, que transformó por completo la economía y la sociedad.
El resultado fue una sociedad de clases donde la burguesía de negocios alcanzó el poder político y económico. Mientras tanto, surgió el proletariado industrial, un nuevo grupo social con condiciones de vida muy duras que daría origen al movimiento obrero.
El nacionalismo creó nuevos estados europeos, mientras que el capitalismo industrial impulsó la expansión imperialista de las potencias europeas hacia África y Asia. Estos procesos configuraron el mapa político mundial que heredamos.
Imagen histórica: Las pinturas de la época, como las de Daumier, muestran claramente las diferencias de clase en la nueva sociedad industrial.