La Ilustración y sus Ideas Fundamentales
La Ilustración fue un movimiento cultural, intelectual e ideológico desarrollado en Europa durante el siglo XVIII, conocido como el "Siglo de las luces". Con origen en Francia a través de figuras como Voltaire y Diderot, y con aportaciones de Inglaterra y Holanda, representó los valores e intereses de la burguesía emergente.
Este movimiento se fundamentó en cinco ideas principales. Primero, la razón como herramienta para explicar las leyes naturales, el funcionamiento social y el comportamiento humano. Segundo, la educación y el conocimiento científico como medios para alcanzar el progreso y la felicidad. Tercero, la creencia en un progreso ilimitado basado en estos principios. Cuarto, en el campo religioso, el concepto de un Dios creador que no interviene en las vidas humanas (deísmo) y la separación entre poderes políticos y religiosos. Finalmente, en política, la promoción de la división de poderes y la soberanía nacional.
En España, el pensamiento ilustrado fue minoritario y moderado, condicionado por la religión católica. No buscaba liquidar el Antiguo Régimen sino reformarlo desde dentro. Los ilustrados españoles se agruparon en Sociedades Económicas de Amigos del País.
🧠 Reflexión clave: La Ilustración española fue paradójica: aunque promovía el pensamiento crítico y la razón, muchos de sus promotores pertenecían a los estamentos privilegiados (nobleza y clero) que teóricamente debían ser cuestionados por estas nuevas ideas.
El movimiento fomentó el desarrollo de las matemáticas, la biología, la botánica y las ciencias naturales, así como las "ciencias útiles" (economía y formación técnica) para artesanos y campesinos, buscando la modernización y el progreso nacional.