La formación del Imperio Español en el siglo XVI
¿Te imaginas heredar medio mundo? Eso le pasó prácticamente a Carlos I de España (Carlos V como emperador). Los Reyes Católicos ya habían unido Castilla y Aragón, pero fue Carlos quien realmente creó el imperio más extenso de la historia.
Su herencia era impresionante: de sus abuelos maternos recibió los territorios españoles y americanos, mientras que de los paternos heredó los Países Bajos, Austria, el Franco Condado y hasta el título de Emperador del Sacro Imperio. Todo esto convirtió a España en una potencia mundial sin precedentes.
Carlos I tenía una misión clara: crear una monarquía católica universal. Quería defender el catolicismo en toda Europa, pero este sueño acabó siendo demasiado ambicioso. En 1555 firmó la Paz de Augsburgo, que permitía a los príncipes alemanes elegir su propia religión, y al año siguiente, agotado, decidió abdicar.
Dato curioso: Al abdicar, Carlos I dividió sus territorios entre su hermano Fernando (Austria y el título imperial) y su hijo Felipe II (España y el resto de dominios).