Los Orígenes y Estructura del Teatro Griego
El teatro griego nació de las fiestas religiosas dedicadas a Dioniso y se desarrolló en festivales como las Grandes Dionisias y las Leneas. Imagínate: durante tres días seguidos, toda la ciudad paraba para ver obras que mezclaban espectáculo, religión y política.
Los teatros de piedra tenían cuatro partes principales: el auditorio (théatron), la pista circular del coro (orquestra), el escenario (proskenion) y la construcción de fondo (skené). Los efectos especiales ya existían: usaban la ekkyklema para mostrar interiores y la mechané (una especie de grúa) para hacer "volar" a los dioses.
La tragedia griega se estructura en partes fijas: prólogo, párodo (entrada del coro), episodios (diálogos), estásimos (cantos del coro) y éxodo (salida). Solo había tres actores principales, pero el coro de quince miembros era fundamental: representaba la voz del pueblo y daba título a las obras.
💡 Dato curioso: La entrada costaba 2 óbolos, pero los pobres entraban gratis. ¡El teatro era realmente para todos!
Esquilo: El Pionero de la Tragedia
Esquilo 525−455a.C. fue el primer gran autor trágico y vivió momentos históricos clave como las Guerras Médicas. Sus obras hablan del destino y la fatalidad desde una perspectiva religiosa, con personajes que son dioses o grandes héroes.
De sus noventa obras solo conservamos siete, pero son impresionantes. Los Persas trata sobre la batalla de Salamina, Los Siete contra Tebas sobre la guerra civil tebana, y La Orestíada es su obra maestra: una trilogía sobre la venganza y la justicia.
Su estilo es solemne y majestuoso, perfecto para tratar temas universales como el poder de los dioses y el sufrimiento humano. Esquilo estableció las bases de lo que conocemos como drama clásico.