Contaminaciones Acústica, Lumínica y del Agua
La contaminación acústica convierte España en el país más ruidoso de la UE. Tres cuartas partes de la población sufrimos niveles superiores a 55dB, causando dolores de cabeza, fatiga, sordera, hipertensión y problemas de sueño. El tráfico es el principal culpable, seguido de industrias, obras y locales de ocio.
La contaminación lumínica hace que las noches ya no sean oscuras de verdad. Las luminarias inadecuadas aumentan el brillo del cielo nocturno, perjudican los ecosistemas nocturnos, causan intrusión lumínica en viviendas y despilfarran energía. La solución está en usar pantallas que dirijan la luz solo hacia abajo e iluminar solo lo necesario.
Las aguas sufren alteración de sus cauces por eliminación de vegetación ribereña, acumulación de sedimentos y basuras, y instalación de actividades inadecuadas en su entorno. Los ríos, lagos y humedales pierden su morfología natural.
La sobreexplotación y contaminación del agua completan el panorama de problemas hídricos. Las riberas desprotegidas se erosionan más, los sedimentos se acumulan donde no deben, y las actividades humanas alteran estos ecosistemas tan importantes.
¡Problema cercano! El ruido que generas con tu móvil, música alta o vehículo contribuye a la contaminación acústica de tu entorno.