España: Un Laboratorio Climático
España es como un laboratorio natural de climas. Nuestra posición en zona templada (aunque cerca del trópico) nos sitúa en una encrucijada de masas de aire: polar marítimo del Atlántico Norte, polar continental de Siberia, tropical marítimo del anticiclón de Azores, y hasta tropical continental del Sahara.
El relieve es clave en nuestra diversidad. La orientación este-oeste de nuestros sistemas montañosos crea el famoso efecto barrera: la Cordillera Cantábrica separa literalmente la España húmeda del norte de la seca del sur.
La altitud también juega su papel. Observa cómo las zonas más frías coinciden con las cordilleras principales. Desde el oceánico del norte, pasando por el mediterráneo de la costa este y sur, el continental del interior, hasta el subtropical de Canarias.
Cinco influencias principales moldean nuestro clima: atlántico (húmedo), continental (extremo), mediterráneo (seco en verano), de montaña (frío), y subtropical en Canarias. Esta combinación hace de España uno de los países con mayor diversidad climática de Europa.
España en cifras climáticas: Desde los -10°C de invierno en Soria hasta los 35°C de verano en Sevilla, todo en el mismo país.