Especies Arbóreas Características y sus Adaptaciones
La encina representa el árbol mediterráneo por excelencia, con una notable capacidad de adaptación tanto al frío como al calor. Sus hojas perennes y coriáceas le permiten sobrevivir en condiciones de sequía prolongada, siendo además una especie de gran valor económico por su madera.
Ejemplo: La dehesa, ecosistema característico de la península ibérica, está dominada por encinas y alcornoques espaciados, creando un paisaje único que combina el aprovechamiento ganadero con la conservación del bosque mediterráneo.
El alcornoque, otra especie emblemática, está perfectamente adaptado a suelos silíceos y condiciones de sequía. Su corteza, el corcho, representa un importante recurso económico y ecológico. El pino piñonero, común en Andalucía y Extremadura, muestra adaptaciones específicas a la sequía y produce piñones de alto valor comercial.
Los paisajes de ribera, asociados a los cursos de agua, presentan una vegetación específica que aprovecha la humedad constante del suelo, creando ecosistemas únicos que contrastan con el entorno más seco.