La evolución histórica del sector primario ha sido fundamental para el desarrollo de la civilización humana. Este sector, que incluye la ganadería, agricultura y sector primario pesca, ha experimentado transformaciones significativas a lo largo del tiempo.
Las características del sector primario se han modificado drásticamente desde la revolución agrícola, un período que marcó un antes y un después en la forma de producir alimentos. Antes de la revolución industrial, la agricultura era principalmente de subsistencia, con factores humanos que condicionan la agricultura muy básicos como el trabajo manual y herramientas rudimentarias. Los elementos del paisaje agrario tradicional incluían pequeñas parcelas trabajadas por familias, con técnicas heredadas de generación en generación. La agricultura tradicional se caracterizaba por su baja productividad y alta dependencia de las condiciones climáticas.
La revolución agraria en la revolución industrial trajo consigo importantes avances tecnológicos. La historia de la maquinaria agrícola muestra cómo la introducción de inventos como la sembradora mecánica y el arado de hierro transformaron las actividades del sector primario. Entre las principales causas y consecuencias de esta revolución destacan la mecanización del campo, la introducción de nuevos cultivos y el desarrollo de técnicas de irrigación más eficientes. Los factores humanos que caracterizan a los paisajes agrarios modernos incluyen la especialización del trabajo, el uso intensivo de tecnología y la orientación hacia el mercado. Esta transformación permitió el desarrollo del sector secundario y terciario, ya que la mayor eficiencia en la producción de alimentos liberó mano de obra para otras actividades económicas.