Las Instituciones Políticas y Conflictos Medievales
La evolución del poder político medieval se manifestó principalmente a través de las Cortes o Parlamentos, instituciones fundamentales que transformaron la manera de gobernar en la Europa medieval. Estas asambleas surgieron como una extensión del antiguo consejo real, incorporando representantes de los tres estados: la nobleza, el clero y la burguesía. Su función principal era la aprobación de leyes e impuestos propuestos por el monarca, aunque su influencia variaba significativamente entre los diferentes reinos europeos.
Definición: Las Cortes medievales eran asambleas representativas que reunían a los tres estamentos sociales (nobleza, clero y burguesía) para participar en decisiones políticas y fiscales del reino.
Los conflictos bélicos medievales surgieron por múltiples causas, siendo las más frecuentes las disputas territoriales y las crisis sucesorias. La Guerra de los Cien Años (1337-1453) ejemplifica perfectamente la complejidad de estos conflictos, donde la muerte de un rey sin descendencia desencadenó una prolongada lucha entre Inglaterra y Francia. Este conflicto culminó con la victoria francesa, en gran parte gracias a la figura emblemática de Juana de Arco, quien galvanizó el espíritu nacional francés.
El ámbito religioso también fue escenario de importantes conflictos, destacando el Cisma de Occidente, una crisis sin precedentes donde tres papas simultáneos se disputaban la legitimidad del poder pontificio. Esta situación provocó profundas divisiones en la cristiandad medieval, con diferentes reinos europeos respaldando a distintos candidatos papales según sus intereses políticos y estratégicos.