El Proceso de Hominización
Imagínate que pudieras viajar en el tiempo y ver cómo tus ancestros de hace millones de años se transformaron poco a poco hasta llegar a ser como tú. Eso es exactamente lo que estudia el proceso de hominización: la evolución de los primates hasta conseguir las características físicas que nos definen como seres humanos.
Lo más fascinante es que este cambio fue muy lento y no lineal. No fue como subir una escalera paso a paso, sino más bien como un árbol con muchas ramas, donde algunas especies evolucionaron y otras se extinguieron.
Los tres cambios físicos más importantes fueron el bipedismo (caminar sobre dos patas), que liberó nuestras manos y nos dio mejor visión del entorno. También creció nuestra capacidad craneal, lo que permitió el desarrollo de la inteligencia y el lenguaje. Por último, desarrollamos el pulgar oponible, que nos da la habilidad de hacer movimientos precisos y con fuerza.
💡 Recuerda: Estos tres cambios trabajaron juntos para hacernos más inteligentes, hábiles y capaces de sobrevivir.