Mesopotamia y Egipto: Las Primeras Grandes Civilizaciones
Mesopotamia se encontraba entre los ríos Éufrates y Tigris, en lo que hoy es Irak. Era como un oasis en medio del desierto donde florecieron civilizaciones increíbles como los sumerios, acadios, babilonios y asirios.
La sociedad mesopotámica funcionaba como una pirámide. En la cima estaba el rey, seguido por sacerdotes y nobles, luego comerciantes y artesanos, y en la base campesinos y esclavos. Su economía se basaba en la agricultura y desarrollaron sistemas de riego súper ingeniosos para aprovechar los ríos.
Los mesopotámicos inventaron la escritura cuneiforme (con forma de cuña) y fueron genios en astronomía y matemáticas. Construían zigurats (templos gigantes escalonados) y creaban sellos cilíndricos tallados en piedra para firmar documentos.
Por otro lado, Egipto se desarrolló junto al río Nilo en el noreste de África. Su sociedad también era jerárquica, pero con el faraón en la cúspide, considerado un dios viviente. El Nilo era su fuente de vida: cultivaban trigo, cebada y lino gracias a sus inundaciones anuales.
Dato curioso: Los egipcios usaban jeroglíficos como escritura y construyeron las famosas pirámides y templos monumentales que aún nos impresionan hoy.
Ambas civilizaciones revolucionaron la historia humana. Mesopotamia nos dio la escritura y avances científicos, mientras Egipto destacó en arquitectura monumental y organización política perfecta.