Egipto unificado y el arte monumental
El faraón Narmer fue quien unificó el Alto y Bajo Egipto hacia el 3000 a.C., creando un reino que duró 2.500 años. Los faraones tenían poder absoluto y eran considerados casi dioses, mientras que funcionarios y sacerdotes les ayudaban a gobernar.
La sociedad egipcia era como una pirámide: el faraón en la cima, luego funcionarios y sacerdotes (que tenían tierras y poder), después campesinos, artesanos y comerciantes (la mayoría de la población), y por último, unos pocos esclavos.
El arte mesopotámico se centraba en los zigurats, templos escalonados súper altos hechos de barro cocido. También inventaron el arco y la bóveda, algo revolucionario en arquitectura.
El arte egipcio era colosalista (o sea, gigantesco) y destacaba por las pirámides e hipogeos. Sus esculturas eran frontales, rígidas y con los brazos pegados al cuerpo. En las pinturas, las figuras aparecían de perfil y cuanto más importante eras socialmente, ¡más grande te pintaban!
Increíble pero cierto: Los egipcios no usaban arcos ni bóvedas en sus construcciones, pero aun así crearon algunas de las estructuras más impresionantes de la historia.