La gran expansión del siglo XIII
El siglo XIII fue increíble para la expansión cristiana. Con la caída de los almohades, los reinos cristianos se lanzaron a por todas. Jaime I de Aragón conquistó las Baleares en 1229 y Valencia en 1238, repartiendo las tierras entre catalanes y aragoneses - aunque muchos mudéjares se quedaron porque los nobles aragoneses no querían perder a sus campesinos.
Por su parte, Fernando III de Castilla conquistó el valle del Guadalquivir y Murcia, mientras que Alfonso X se hizo con Cádiz. Estas conquistas se organizaron mediante repartimientos - el rey repartía tierras e inmuebles entre sus compañeros de armas y soldados.
La repoblación era clave para controlar definitivamente el territorio conquistado. No bastaba con ganar batallas; había que traer nuevos pobladores para defender, cultivar y organizar las tierras.
Importante: La repoblación no era solo traer gente nueva, sino organizar administrativa y socialmente todo el territorio.
En los primeros siglos VIII−XI, la cosa era bastante espontánea. Los colonos eran personas libres que formaban aldeas mediante la presura, compartiendo pastos, agua y bosques. Pero luego los más poderosos iban ampliando sus posesiones y haciendo depender a los colonos de ellos.