Europa Napoleónica
Napoleón no perdió el tiempo. Como primer cónsul desde 1799, pacificó Francia eliminando la oposición radical, permitiendo el regreso de nobles exiliados y firmando un concordato con el Papa en 1801. Su Código Civil de 1804 fue genial: recogía los logros revolucionarios pero los organizó de forma práctica.
El Código establecía la igualdad ante la ley, libertad económica y separación Iglesia-Estado. También creó un sistema de asistencia social pública y construyó monumentos impresionantes en París. Con estos éxitos, se convirtió en cónsul vitalicio en 1802 y emperador en 1804.
El Imperio Napoleónico se extendió por toda Europa mediante conquistas militares. Napoleón reorganizó fronteras, abolió el feudalismo donde conquistaba y extendió las ideas liberales, aunque de forma autoritaria.
Sin embargo, la resistencia europea creció. La campaña de Rusia en 1812 fue un desastre y en 1814 fue derrotado y exiliado. Aunque regresó durante los "Cien Días", su derrota final en Waterloo en 1815 marcó el fin de su imperio.
¡Curiosidad! El Código Civil napoleónico influyó en los sistemas legales de muchos países y algunos de sus principios siguen vigentes hoy.