La Primera Guerra Mundial fue un conflicto bélico global que transformó radicalmente el orden mundial entre 1914 y 1918.
Las principales causas de la Primera Guerra Mundial incluyeron el nacionalismo extremo, las rivalidades imperialistas entre las potencias europeas, y la formación de alianzas militares. Los bandos de la Primera Guerra Mundial se dividieron en dos grupos principales: la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia) y la Triple Entente (Reino Unido, Francia y Rusia). El asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo actuó como la chispa que desencadenó el conflicto.
El desarrollo de la Primera Guerra Mundial se caracterizó por cuatro años de guerra de desgaste. La guerra de trincheras dominó el frente occidental, mientras que en el frente oriental se produjeron grandes movimientos de tropas. La entrada de Estados Unidos en 1917 fue decisiva para que los Aliados obtuvieran la victoria. Entre las 10 consecuencias de la Primera Guerra Mundial más significativas destacan: la disolución de cuatro imperios (alemán, austro-húngaro, otomano y ruso), la creación de nuevas naciones en Europa, el surgimiento de Estados Unidos como potencia mundial, y el establecimiento del Tratado de Versalles que impuso duras condiciones a Alemania. Estas consecuencias sentaron las bases para el posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. El conflicto también provocó profundos cambios sociales, incluyendo la incorporación masiva de las mujeres al trabajo, avances tecnológicos significativos y una transformación radical del mapa político europeo. Las pérdidas humanas fueron devastadoras, con aproximadamente 9 millones de soldados muertos y más de 5 millones de civiles fallecidos, además de millones de heridos y desplazados.