Pintura y escultura románica
La pintura y escultura románica tenían una misión súper clara: enseñar religión a una población que no sabía leer. Ambas dependían totalmente de la arquitectura y tenían carácter religioso.
La pintura se hacía en muros y ábsides, era sencilla, sin profundidad ni perspectiva. Usaban la pintura al fresco (sobre yeso húmedo) o sobre tabla (madera cubierta de yeso). El tamaño de los personajes dependía de su importancia religiosa, no de la realidad.
Una imagen típica era el Pantocrátor (Cristo dentro de una forma almendrada llamada mandorla) rodeado de los cuatro Evangelistas. La escultura decoraba portadas, capiteles y columnas con temas bíblicos, vegetales o seres mitológicos.
Las tallas religiosas se hacían en madera policromada, representando a Cristo, la Virgen con el Niño y santos. En las portadas de las iglesias destacaban el tímpano, dintel, parteluz y arquivoltas decoradas.
💡 Función educativa: Recuerda que estas obras eran como los libros de texto de la época - la única forma que tenía la gente de aprender sobre religión.