La crisis del siglo XIV
El siglo XIV fue durísimo para Europa. Una crisis agrícola causada por tierras agotadas, catástrofes naturales (sequías, inundaciones, la pequeña Edad de Hielo) y guerras constantes provocó hambrunas generalizadas.
Las guerras empeoraron todo. Los campesinos eran reclutados justo en época de siembra y cosecha, dejando los campos sin cultivar. Para financiar las guerras, los impuestos se dispararon, causando revueltas campesinas violentas como las jacqueries en Francia o las guerras irmandiñas en Galicia.
Pero lo peor llegó entre 1347 y 1352: la peste negra. Venía de Asia en barcos genoveses y se expandió por toda Europa a través de las pulgas de las ratas. Murieron entre 20 y 25 millones de personas en solo cuatro años. La enfermedad causaba fiebres, escalofríos y bubones (inflamación de ganglios).
Las ciudades fueron las más afectadas por la aglomeración. La peste desató injustas persecuciones contra los judíos, a quienes culparon de la epidemia. Hasta finales de siglo hubo oleadas repetidas de esta terrible enfermedad.
Impacto brutal: La peste negra mató a un tercio de la población europea. Imagínate que desapareciera una de cada tres personas de tu ciudad.