El Islam: Orígenes y Fundamentos
Todo empezó con Mahoma, un mercader de La Meca que vivía rodeado de gente que creía en muchos dioses. Un día, mientras estaba en la montaña, se le apareció el ángel Gabriel diciéndole que solo existía un Dios: Alá. Como te puedes imaginar, esto no gustó nada a los líderes religiosos de la ciudad.
En el año 622, Mahoma fue expulsado de La Meca y se refugió en Medina, donde la gente sí le escuchó. Esta fecha se llama hégira y es tan importante que los musulmanes cuentan los años a partir de entonces. Al final, Mahoma logró conquistar La Meca y fundar el Islam.
Los musulmanes siguen seis pilares fundamentales: creer que Alá es el único Dios y Mahoma su profeta, rezar cinco veces al día mirando hacia La Meca, peregrinar allí una vez en la vida, ayunar durante el ramadán, dar limosna cuando puedan y memorizar el Corán (su libro sagrado).
Dato curioso: Muchos musulmanes se saben el Corán de memoria, pero como está escrito en árabe del siglo V, no siempre entienden lo que significa.
La Expansión del Islam
Tras la muerte de Mahoma en 632, le sucedieron los califas, que tenían poder religioso y político. La expansión fue increíblemente rápida y se dividió en tres grandes períodos.
Los primeros califas ortodoxos (632-661) conquistaron Siria, Palestina, Persia, Egipto y parte del imperio Bizantino. Los califas omeyas (661-750) fueron aún más ambiciosos: conquistaron el norte de África, la península Ibérica, llegaron hasta Francia e India. Los franceses les pararon en el 732 gracias a Carlos Martel.
Finalmente, los califas abbasidas (750-1258) mataron a casi todos los omeyas, pero uno sobrevivió y se convirtió en rey de la península Ibérica. Esto explica por qué el Islam tuvo tanta influencia en España durante siglos.
Reflexiona: El Islam es una religión monoteísta como el cristianismo y el judaísmo - todas creen en el mismo Dios, pero lo ven de manera diferente.