El caso venezolano: de receptor a emisor
Venezuela es un ejemplo perfecto de cómo puede cambiar la situación migratoria de un país. Antes recibía migrantes de todo el mundo, pero ahora es un país emisor del que la gente se ve obligada a marcharse.
La crisis migratoria venezolana comenzó realmente en 1983-1984 con el "Viernes Negro" (18 de febrero de 1983), cuando el dólar pasó de 4,3 a 7,50 bolívares de un día para otro. Durante los gobiernos de Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi se vivió una fuerte recesión económica.
Desde 1999 hasta 2013, la migración se intensificó por problemas de gobernabilidad, violaciones de derechos humanos, inseguridad y crisis económica. La situación empeoró tanto que para 2019, aproximadamente 4.486.860 venezolanos habían emigrado.
Dato impactante: 3,7 millones de venezolanos viven actualmente en países de América Latina y el Caribe, convirtiéndose en una de las mayores crisis migratorias del continente.
Según la OEA, los venezolanos migran por cinco razones principales: emergencia humanitaria compleja, violaciones de derechos humanos, violencia generalizada, colapso de servicios públicos y desplome económico.