El tercer estado: La mayoría trabajadora
El tercer estado incluía a todos los que no eran nobles ni clérigos, desde ricos comerciantes hasta campesinos pobres. Esta diversidad interna era enorme, pero todos compartían la misma carga: pagar impuestos y trabajar duro.
Los burgueses (comerciantes, médicos, abogados) podían ser muy ricos, pero nunca tendrían los privilegios de la nobleza. Los campesinos, que formaban la mayoría absoluta, trabajaban tierras ajenas y pagaban rentas altísimas a sus señores.
Los artesanos y obreros urbanos vivían de trabajos manuales en condiciones muy precarias. Mientras los nobles y el clero vivían de lujo, ellos luchaban por sobrevivir con pocos recursos y sin acceso a educación o atención médica decente.
La demografía de esta época se caracterizaba por ciclos muy duros: alta natalidad pero también alta mortalidad. La esperanza de vida rondaba los 30-35 años, y más del 25% de los niños moría antes de cumplir un año.
Dato impactante: Las epidemias, hambrunas y guerras constantes mantenían la población estable, pero con mucho sufrimiento.