Enlace iónico y metálico
El enlace iónico se establece entre un metal y un no metal. En este proceso, ambos elementos alcanzan la configuración electrónica del gas noble más cercano mediante la transferencia de electrones. El metal tiende a ceder electrones, formando cationes, mientras que el no metal tiende a aceptarlos, formando aniones. El enlace iónico resulta de las fuerzas de atracción electrostática entre estos iones de carga opuesta.
Ejemplo: En el cloruro de sodio (NaCl), el sodio cede un electrón al cloro, formando los iones Na⁺ y Cl⁻ que se atraen mutuamente.
Por otro lado, el enlace metálico se produce entre átomos de elementos metálicos. En este tipo de enlace, los electrones de valencia se liberan y se mueven libremente a través de la estructura metálica, formando una "nube de electrones" deslocalizada. Esta característica es responsable de muchas de las propiedades típicas de los metales, como su alta conductividad eléctrica y térmica.
Highlight: La nube de electrones deslocalizada en el enlace metálico permite que los metales sean buenos conductores de la electricidad y el calor.