Clasificación de la Materia
Todo lo que tocas, respiras o bebes se puede dividir en dos grandes grupos: sustancias puras y mezclas. Es como organizar tu habitación: algunas cosas van solas y otras van mezcladas.
Las sustancias puras tienen siempre la misma composición química, sin importar de dónde vengan. Imagínate el agua pura: siempre será H2O, tanto si viene del grifo como de una botella.
Dentro de las sustancias puras encontramos dos tipos. Los elementos son como los ladrillos básicos de la materia - no se pueden descomponer en nada más simple (como el oxígeno O2 o el hierro Fe). Los compuestos están formados cuando dos o más elementos se unen químicamente, como el agua (H2O) o la sal de mesa (NaCl).
Las mezclas son diferentes porque juntamos dos o más sustancias sin que se combinen químicamente. Lo genial es que siempre puedes separarlas usando métodos físicos como filtración o destilación. Las mezclas homogéneas tienen composición uniforme (como el aire), mientras que las heterogéneas no se ven uniformes (como una ensalada).
¡Dato curioso! El aire que respiras es una mezcla homogénea de varios gases, pero cada gota de agua pura es idéntica a todas las demás.