El problema del cambio: Heráclito vs Parménides
¿Qué es más real: el cambio constante o la permanencia eterna? Esta pregunta dividió a dos grandes filósofos. Heráclito observó que todo fluye y nada permanece igual. Su famosa frase "no puedes bañarte dos veces en el mismo río" resume su pensamiento: la realidad es devenir constante.
Para Heráclito, el fuego es el arkhé porque representa perfectamente el cambio y la transformación. Pero este cambio no es caótico: está gobernado por el logos, una ley universal que opera a través de la lucha de contrarios. "La guerra es el padre de todas las cosas" significa que la tensión entre opuestos mantiene la armonía del cosmos.
Parménides defendió exactamente lo contrario. Para él, solo hay dos caminos: la vía de la verdad (razón) y la vía de la opinión (sentidos). El Ser es y el No-ser no es: una lógica implacable que lleva a concluir que el cambio es imposible. Si algo cambia, tendría que dejar de ser lo que es, pero eso sería convertirse en No-ser, que no existe.
Clave para el examen: Parménides marca un antes y un después al distinguir entre ser y apariencia, estableciendo la desconfianza hacia los sentidos que influirá en toda la filosofía posterior.
Los pluralistas: combinando elementos
Los pluralistas intentaron resolver el problema del cambio proponiendo varios elementos primordiales. Empédocles estableció los cuatro elementos clásicos: tierra, aire, fuego y agua. Pero necesitaba explicar cómo se combinan y separan, así que introdujo dos fuerzas: el Amor (une) y el Odio (separa).
El cosmos de Empédocles funciona en ciclos eternos: primero domina el Amor mezclando todo, luego el Odio va separando hasta conseguir la separación total, después el Amor vuelve a actuar, y así infinitamente. No hay principio ni fin, solo eterno retorno.
Demócrito fue más radical: propuso átomos infinitos (unidades indivisibles) moviéndose en el vacío por azar. Todo lo que existe son combinaciones de estos átomos que difieren en tamaño, forma y posición. Esta teoría, increíblemente moderna, anticipó muchos descubrimientos científicos actuales.
Para recordar: La tabla de elementos de Empédocles dominó la ciencia durante siglos hasta que la química moderna descubrió la tabla periódica actual.