Política: El Estado al Servicio del Bien Común
El fin del Estado es procurar que la vida de los individuos sea buena para alcanzar la felicidad, conectando así ética y política. Santo Tomás sigue a Aristóteles al afirmar que el ser humano es social por naturaleza.
Es necesario un gobierno que dirija a todos hacia el bien común, el cual debe estar por encima del bien individual. Rechaza los gobiernos despóticos porque todos, incluidos los gobernantes, estamos sometidos a la ley de Dios expresada en la ley natural.
El Estado debe tener autonomía respecto al fin natural de la persona, pero debe estar subordinado a la Iglesia en cuestiones espirituales. Esto refleja la mentalidad medieval donde lo temporal se subordina a lo eterno.
Santo Tomás adopta la clasificación aristotélica de formas de gobierno: positivas (monarquía, aristocracia, democracia) y negativas (tiranía, oligarquía, timocracia). La legitimidad del gobierno depende de que busque realmente el bien común.
💡 Idea central: Para Santo Tomás, la política no es solo organización del poder, sino ordenación hacia el bien común bajo la ley divina.