Antropología: Somos Alma y Cuerpo
Para Platón, los seres humanos somos una combinación problemática de dos elementos completamente opuestos: el alma y el cuerpo.
El cuerpo pertenece al mundo sensible: es material, mortal, cambiante e imperfecto. Platón lo veía como una "prisión" para el alma, fuente de nuestros defectos y limitaciones. Nuestras pasiones y apetitos corporales nos alejan de la sabiduría y la felicidad auténtica.
El alma pertenece al mundo inteligible: es inmaterial, inmortal, inmutable y casi perfecta. Es nuestra parte racional, la que puede conocer las ideas y acercarnos a la verdad.
💡 Reflexiona: Según Platón, cuando tienes conflictos internos (querer estudiar pero preferir ver series), es tu alma racional luchando contra los deseos de tu cuerpo.
La inmortalidad del alma se demuestra de dos formas: por la reminiscencia (si recordamos vidas anteriores, el alma existía antes) y por su simplicidad (al no tener partes, no puede descomponerse como el cuerpo material).
Platón propone una vida ascética: cultivar la parte racional asociada al alma y dejar los deseos materiales en segundo plano para alcanzar la verdadera felicidad.