La filosofía de Platón representa uno de los pilares fundamentales del pensamiento occidental, desarrollada en el contexto de la antigua Atenas durante el siglo IV a.C. Su obra abarca aspectos fundamentales como la teoría del conocimiento, la metafísica, la ética y la política.
El pensamiento de Platón se construye sobre la base de su teoría de las Ideas o Formas, que establece una división entre el mundo sensible (el que percibimos con los sentidos) y el mundo inteligible (el de las Ideas perfectas). Esta dualidad fundamental influye en su comprensión de la realidad y conocimiento, donde sostiene que el verdadero conocimiento solo puede alcanzarse mediante la razón, no a través de los sentidos. Su famosa alegoría de la caverna ilustra magistralmente esta teoría, mostrando cómo los humanos confunden las sombras (el mundo sensible) con la realidad verdadera (el mundo de las Ideas).
En el ámbito político, Platón desarrolló sus ideas en respuesta a la crisis de la democracia ateniense, sistema que criticó por considerar que permitía el gobierno de los incompetentes. Su obra "La República" propone un estado ideal gobernado por filósofos-reyes, estableciendo una clara jerarquía social basada en las capacidades naturales de los ciudadanos. Las influencias de Platón se extienden hasta la actualidad, especialmente en campos como la teoría política, la epistemología y la metafísica. Su contexto histórico-cultural y filosófico estuvo marcado por la decadencia de Atenas tras la Guerra del Peloponeso, la muerte de su maestro Sócrates y la crisis de la democracia ateniense, factores que influyeron decisivamente en su pensamiento y en su crítica a las instituciones democráticas de su tiempo.