El empirismo y racionalismo representan dos corrientes filosóficas fundamentales que marcaron el pensamiento moderno. David Hume, uno de los máximos exponentes del empirismo británico, desarrolló una filosofía basada en la experiencia como fuente principal del conocimiento.
Las ideas principales de David Hume se centran en que todo conocimiento proviene de la experiencia sensible, rechazando las ideas innatas propuestas por los racionalistas. Para Hume, existen dos tipos de percepciones: las impresiones (sensaciones directas) y las ideas (copias débiles de las impresiones). En cuanto a la experiencia David Hume argumenta que es la única fuente válida de conocimiento, ya que no podemos tener certeza de nada que no hayamos experimentado previamente a través de los sentidos.
Las semejanzas y diferencias entre el racionalismo y el empirismo son notables. Mientras el racionalismo, representado por Descartes, confía en la razón como fuente principal del conocimiento, el empirismo Locke y Hume sostiene que la experiencia sensible es fundamental. En la tabla comparativa empirismo racionalismo se destacan 4 diferencias entre racionalismo y empirismo: el origen del conocimiento, el papel de los sentidos, la existencia de ideas innatas y el método para alcanzar la verdad. En cuanto a la ética, David Hume desarrolló una teoría moral basada en los sentimientos y las pasiones, alejándose de la razón como fundamento único de la moralidad. Su concepto del David Hume y el yo es revolucionario, pues considera que la identidad personal es una ilusión creada por la sucesión de percepciones, rechazando la idea de un yo sustancial y permanente.