La vida y obra de Aristóteles representa uno de los pilares fundamentales del pensamiento occidental.
El desarrollo del pensamiento de Aristóteles comenzó durante su juventud en Macedonia, donde nació en el año 384 a.C. en la ciudad de Estagira. Como hijo de un médico de la corte real, tuvo acceso a una educación privilegiada que más tarde lo llevaría a Atenas para estudiar en la Academia de Platón. La influencia de Platón en Aristóteles fue profunda y duradera, aunque eventualmente desarrollaría sus propias teorías que en ocasiones contradecían a su maestro. Durante veinte años permaneció en la Academia, primero como estudiante y luego como profesor, hasta la muerte de Platón.
La vida temprana de Aristóteles y su conexión con Macedonia marcó significativamente su trayectoria, especialmente cuando fue llamado por el rey Filipo II para ser tutor de Alejandro Magno. Esta experiencia le permitió desarrollar sus ideas sobre política y ética, que más tarde plasmaría en obras fundamentales. Tras su regreso a Atenas, fundó su propia escuela, el Liceo, donde estableció un método de investigación sistemático que abarcaba desde la lógica y la metafísica hasta la biología y la astronomía. Su método científico de observación y clasificación sentó las bases para el desarrollo posterior de múltiples disciplinas. Sus contribuciones incluyen la creación de la lógica formal, el desarrollo de la teoría de las cuatro causas, y la formulación de principios éticos basados en la búsqueda de la virtud y la felicidad. Su legado ha perdurado a través de los siglos, influyendo en el pensamiento filosófico, científico y político hasta nuestros días.