Clasificación de las Empresas

Por su tamaño, las empresas se dividen según el número de trabajadores que es el criterio más usado. Las microempresas tienen hasta 10 empleados, las pequeñas hasta 50, las medianas hasta 250 y las grandes más de 250. También importa el volumen de ventas y el total de activos.

Por su actividad económica, encontramos tres sectores principales. El sector primario extrae materias primas (agricultura, ganadería, pesca), el sector secundario las transforma en productos (industria y construcción), y el sector terciario ofrece servicios o comercializa sin transformar.

Por su zona geográfica, van desde locales (una panadería del barrio) hasta multinacionales como Repsol que tienen filiales en otros países. Entre medias están las regionales, nacionales e internacionales.

💡 Recuerda: Para clasificar una empresa por tamaño, debe cumplir el criterio de trabajadores MÁS al menos uno de los otros dos (ventas o activos).

Propiedad del Capital y Forma Jurídica

Según la propiedad, las empresas pueden ser privadas (como Danone), públicas (como Correos) o mixtas (como AENA). Si el Estado tiene más del 50%, se considera pública.

La forma jurídica es súper importante porque afecta a todo: responsabilidad, impuestos, capital mínimo... Tienes dos grandes grupos: empresa individual (una sola persona) y sociedades mercantiles (varias personas).

Para elegir la forma jurídica correcta, piensa en: ¿cuántos socios hay? ¿Quieres responsabilidad limitada (solo pierdes lo invertido) o ilimitada (arriesgas todo tu patrimonio)? ¿Necesitas capital mínimo? ¿Quieres vender fácilmente tu parte?

Los impuestos también cambian: el IRPF es progresivo (más ganas, más pagas) y el Impuesto de Sociedades es fijo (25% aprox).

💡 Clave: La responsabilidad limitada vs ilimitada es la diferencia más importante entre formas jurídicas.

Empresa Individual

¿Quieres empezar solo tu negocio? La empresa individual es perfecta para emprender sin complicaciones. Solo necesitas ser mayor de 18 años (o estar emancipado) y ya puedes arrancar.

Las ventajas son geniales: tienes control total, pocos trámites y no necesitas capital mínimo. Perfecto para negocios pequeños como una consultoría o tienda online.

Pero ojo con los inconvenientes: tienes responsabilidad ilimitada (si la empresa tiene deudas, pueden ir a por tu casa, coche...). Además, si ganas mucho, pagas más impuestos por el IRPF progresivo, y es difícil conseguir financiación.

El nombre de tu empresa debe coincidir exactamente con el tuyo. Nada de nombres comerciales fancy.

💡 Piénsalo bien: Si tu negocio puede tener riesgos económicos altos, mejor considera una sociedad con responsabilidad limitada.

Sociedad Limitada (SL)

La Sociedad Limitada es la opción favorita de muchos emprendedores porque combina flexibilidad con seguridad. Puedes crearla tú solo o con más socios, y solo arriesgas lo que inviertas.

Características principales: necesitas mínimo 3.000€ de capital inicial (100% pagado desde el principio), tienes responsabilidad limitada y tus participaciones no se pueden vender libremente (los otros socios deben aprobar la venta).

Los órganos de gobierno son la Junta General (donde los socios toman las decisiones importantes) y los Administradores (que gestionan el día a día).

Como socio tienes derechos clave: participar en beneficios, comprar participaciones de otros socios antes que nadie, votar en la Junta y estar informado de todo.

Ventajas: responsabilidad limitada y capital inicial bajo. Inconvenientes: no puedes vender fácilmente tu parte y los trámites son más complejos.

💡 Perfecto para: Pequeños negocios familiares o con pocos socios que no necesitan mucho capital inicial.

SLNE y Sociedad Anónima

La Sociedad Limitada Nueva Empresa (SLNE) es como una SL pero más rápida de crear y con ventajas fiscales los primeros años. Eso sí, máximo 5 socios y capital entre 3.000€ y 120.000€. Ideal para startups.

La Sociedad Anónima (SA) es para empresas grandes que necesitan mucho capital. Requiere mínimo 60.000€ (solo necesitas pagar 15.000€ al principio) y tu capital se divide en acciones.

La gran diferencia: en las SA puedes vender tus acciones libremente, incluso en la bolsa si es una SA abierta. Esto facilita conseguir financiación externa, pero también genera más conflictos entre propietarios y directivos.

Ventajas de la SA: fácil venta de acciones, buena imagen para conseguir créditos. Inconvenientes: necesitas mucho capital inicial y los trámites son complejos.

Los órganos de gobierno son similares a la SL: Junta General de Accionistas y Administradores.

💡 Para recordar: SL = participaciones restringidas, SA = acciones libres. Esta diferencia marca todo lo demás.

Órganos de Gobierno

Tanto en Sociedades Limitadas como Anónimas, la estructura es similar pero con nombres diferentes. En las SL tienes la Junta General de socios, en las SA la Junta General de Accionistas. Ambas toman las decisiones importantes por mayoría.

Los Administradores son quienes realmente gestionan y representan la empresa día a día. Los elige la Junta General, así que si tienes muchas participaciones/acciones, tienes más poder para decidir quién administra tu empresa.

Esta separación entre propietarios $socios/accionistas$ y gestores (administradores) es fundamental para entender cómo funcionan las empresas modernas.

💡 Clave: Más participaciones/acciones = más poder de decisión en la empresa.

Resumen de Clasificaciones

Las empresas se pueden clasificar de múltiples formas que ya dominas: por tamaño (micro, pequeñas, medianas, grandes), por actividad (sector primario, secundario, terciario), por zona geográfica (desde locales hasta multinacionales).

También por propiedad del capital (privadas, públicas, mixtas) y por forma jurídica (individual vs mercantiles).

Cada clasificación tiene su importancia: el tamaño afecta a las ayudas públicas, la actividad determina el mercado, la zona geográfica marca la complejidad, la propiedad influye en los objetivos y la forma jurídica define las reglas del juego.

Entender estas clasificaciones te ayuda a analizar cualquier empresa y a decidir qué tipo crear si emprendes.

💡 Domina esto: Saber clasificar empresas es básico para entender el mundo empresarial.

Comparativa de Formas Jurídicas

Esta tabla resumen es oro para tus exámenes. Empresario individual: sin capital mínimo, responsabilidad ilimitada, paga IRPF. Sociedad Limitada: 3.000€, responsabilidad limitada, transmisión restringida. SLNE: igual que SL pero máximo 5 socios y ventajas fiscales. SA: 60.000€, transmisión libre de acciones.

Para decidir: negocio pequeño y sin riesgos → empresario individual. Negocio con pocos socios → SL. Startup → SLNE. Empresa grande que necesita mucha financiación → SA.

La responsabilidad es clave: ilimitada significa que arriesgas tu patrimonio personal, limitada significa que solo pierdes lo invertido en la empresa.

Los impuestos también importan: IRPF para individuales (progresivo), IS para sociedades (25% fijo aproximadamente).

💡 Truco de examen: Memoriza los capitales mínimos: 0€ (individual), 3.000€ (SL y SLNE), 60.000€ (SA).