Ejemplo de análisis de subjetividad
Veamos ahora cómo analizar un texto claramente subjetivo de Risto Mejide:
El texto muestra una marcada presencia del autor a través del uso constante de la primera persona: "negaré que lo he escrito" (línea 10) y referencias a un "tú y yo no somos los mismos jamás" (línea 4). Esto establece inmediatamente un tono personal e íntimo.
La inclusión de elementos coloquiales como "sin trampa ni cartón" (línea 7) y palabras malsonantes como "hostión" (línea 12) o "jodido" (línea 5) refuerza la expresividad y muestra la actitud emocional del autor ante lo descrito.
Otro rasgo significativo es la abundancia de adjetivos antepuestos ("insultante facilidad", "propias reglas"), que aportan una carga valorativa y emocional al texto. La ruptura del orden lógico oracional es constante: "Ojo, que no es una pregunta, es dato, hecho, afirmación" o "Pero hasta entonces, y mientras eso no ocurra, pienso seguir disfrutando de tus ausencias...".
Estos elementos combinados crean un texto donde predomina la expresión de sentimientos y opiniones personales, alejándose completamente de la objetividad informativa para construir un discurso íntimo y emocional.