La obra poética de Luis Cernuda representa uno de los legados más significativos de la Generación del 27, destacando especialmente La realidad y el deseo, su obra magna que refleja la dualidad entre lo anhelado y lo tangible.
La trayectoria poética de Cernuda se caracteriza por una evolución marcada por distintas etapas fundamentales. En su primera etapa, influenciada por el surrealismo, encontramos obras como Un río, un amor y Los placeres prohibidos, donde explora temas como el amor homosexual y la alienación social. Su estilo se distingue por el uso de imágenes oníricas y una profunda introspección emocional. La segunda etapa muestra una madurez expresiva, con poemas como La canción del oeste, donde el exilio y la nostalgia se convierten en temas recurrentes. El amor, tema central en su obra, se presenta como una fuerza transformadora pero también como fuente de dolor y desengaño.
Los elementos estilísticos más destacados en la poesía de Cernuda incluyen el uso del verso libre, la construcción de imágenes surrealistas y un lenguaje depurado que busca la precisión expresiva. En poemas como "Este lugar, hostil a los oscuros" y "Unos cuerpos son como flores", se evidencia su maestría en la construcción de metáforas y símbolos que exploran la tensión entre realidad y deseo. La crítica social, la soledad y la búsqueda de la identidad son temas recurrentes que se entrelazan con su experiencia personal del exilio y su orientación sexual. Su obra ha influido significativamente en la poesía española contemporánea, estableciendo un nuevo paradigma en la expresión poética del siglo XX.