Fundamentos de la Morfología
La morfología analiza cómo se estructuran las palabras internamente. Por ejemplo, en "romanización" podemos distinguir varias partes: "rom-an-iz-a-ción", donde cada segmento aporta significado a la palabra completa.
Las palabras se componen de dos tipos fundamentales de unidades: lexemas y morfemas. El lexema es el monema con significado semántico que aparece en la palabra simple. Los lexemas pueden sufrir modificaciones como pérdida de vocales finales o diptongaciones (como en "contar → cuento").
Los morfemas pueden ser independientes (como conjunciones, preposiciones y determinantes) o dependientes. Entre los dependientes encontramos los flexivos (que marcan género, número o desinencias verbales) y los derivativos (prefijos y sufijos). Los prefijos más comunes incluyen los de negación des−,in− y los de espacio-tiempo pre−,ante−, mientras que los sufijos pueden formar adjetivos −oso,−ble, verbos −izar,−ear o sustantivos −cioˊn,−miento.
💡 Para analizar correctamente una palabra, siempre comienza identificando el lexema, pues este contiene el significado principal que se modifica con los morfemas añadidos.