La mentalidad del prerrenacimiento en la edad media marcó una época de transición fundamental entre el pensamiento medieval y el humanismo renacentista. Durante este periodo, España experimentó importantes cambios sociales, culturales y literarios que sentaron las bases para el florecimiento del Renacimiento.
La literatura del siglo XV en España se caracterizó por una mezcla única de elementos tradicionales medievales con nuevas influencias humanistas. Los autores comenzaron a mostrar un creciente interés por temas como el individuo, el amor cortés, y la naturaleza, alejándose gradualmente de los temas puramente religiosos que dominaban la literatura medieval. Las obras de este periodo reflejaban una sociedad en transformación, donde la nobleza y la burguesía emergente competían por el poder cultural y político. Los géneros literarios más importantes incluían la poesía cortesana, los romances, y las primeras manifestaciones del teatro secular.
Los factores de difusión del humanismo renacentista fueron diversos y profundos. El desarrollo de la imprenta facilitó la circulación de textos y conocimientos, mientras que el intercambio cultural con Italia y otros países europeos introdujo nuevas ideas y formas artísticas. Las universidades españolas comenzaron a incorporar estudios humanísticos, y la corte se convirtió en un centro de mecenazgo cultural. La recuperación de textos clásicos greco-latinos, junto con el desarrollo de las lenguas vernáculas como vehículo de expresión cultural, contribuyó significativamente a la transformación del pensamiento y la literatura. Este periodo también vio el surgimiento de una nueva clase de intelectuales que combinaban la erudición tradicional con las nuevas corrientes humanistas, preparando el terreno para el pleno desarrollo del Renacimiento español.