La literatura española del siglo XV representa un período de importantes transformaciones culturales y literarias.
La poesía narrativa popular-tradicional romancero viejo fue una de las manifestaciones más significativas de esta época. Estos poemas narrativos, transmitidos oralmente de generación en generación, contaban historias de héroes, batallas, amores y tragedias. Se caracterizaban por su métrica octosílaba, rima asonante y un estilo directo que facilitaba su memorización y difusión entre el pueblo. Los juglares fueron fundamentales en la preservación y transmisión de estos romances, que reflejaban los valores, preocupaciones y tradiciones de la sociedad medieval.
Este período marca la transición prerrenacimiento renacimiento cultura greco-romana, donde se observa una evolución desde las formas medievales hacia nuevas expresiones influenciadas por el humanismo italiano. La poesía lírica culta cancioneros amor sátira reflexión moral se desarrolló principalmente en las cortes, donde los poetas cortesanos componían obras de temática amorosa siguiendo las convenciones del amor cortés. Los cancioneros, como el Cancionero de Baena, recopilaban estas composiciones que trataban temas como el amor idealizado, la sátira social y política, y reflexiones sobre la moral y la muerte. Esta poesía culta se caracterizaba por su complejidad formal, uso de recursos retóricos elaborados y una métrica más refinada que la poesía popular. Los poetas de cancionero desarrollaron formas estróficas como la copla de arte mayor y experimentaron con diferentes estructuras poéticas, demostrando un dominio técnico que reflejaba su formación académica y conocimiento de la tradición literaria.