Literatura Medieval Española: Épica y Romancero
¿Te imaginas escuchar las aventuras del Cid como si fueras un espectador de Netflix en el siglo XII? El Cantar del Mio Cid cuenta exactamente eso: los dos últimos años de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el héroe más famoso de Castilla.
La obra se divide en tres cantares que funcionan como episodios de una serie épica. Primero tienes el Cantar del Destierro, donde el Cid es expulsado injustamente. Le sigue el Cantar de las Bodas, que celebra sus victorias y el matrimonio de sus hijas. Finalmente, el Cantar de la Afrenta de Corpes nos muestra cómo el héroe defiende su honor familiar.
Lo que hace especial a esta obra es su tono verosímil - es decir, parece real y creíble. No hay dragones ni magia, solo un hombre luchando por recuperar su honor. El lenguaje es directo y expresivo, lleno de llamadas de atención que mantenían despierto al público medieval.
El Romancero representa otra forma genial de contar historias. Estos poemas épicos aparecieron en el siglo XV y se dividían en dos tipos: el Romancero viejo (anónimo y medieval) y el Romancero nuevo creadoporautorescultosenlossiglosXVI−XVII. Se transmitían oralmente y luego se vendían impresos en pliegos sueltos a precios súper baratos.
Dato curioso: Los romances usaban versos octosílabos con rima asonante en los pares, dejando los impares sueltos - una fórmula perfecta para memorizar y cantar.